El inventario es una de las fuentes más importantes de ingresos de una empresa, ya que se traduce en futuras ventas y por lo tanto en ganancias, por lo que un conteo exacto de tus productos genera un impacto financiero positivo en tu negocio. Por otro lado, un inventario correctamente organizado no sólo se refleja en tu stock, sino también en una serie de factores que son importantes al momento de generar fidelidad en los consumidores.
Aquí te presentamos algunos ejemplos de cómo una buena organización de tu inventario puede realzar tu negocio.
Atención al cliente: La falta de control y conocimiento de tu inventario puede generar retrasos en los envíos de productos a los clientes o en la atención que les brindas en el punto de venta. Recordemos que hoy en día el tiempo es dinero, y si tus clientes no reciben un servicio rápido y eficiente, es posible que no quieran regresar.
Rentabilidad: Por otro lado, si no sabes cuáles son los productos o piezas que tienes en existencia, no podrás ofrecerlas a tus clientes y tendrás pérdidas en ventas potenciales. Esto se traduce en insatisfacción para los clientes a los que atiendes y pérdidas financieras para tu negocio.
Planificación eficiente: Las empresas que hacen seguimiento de su inventario son capaces de cumplir con los pedidos de sus clientes en todo momento. Además, si tienes un gran pedido inesperado (que es lo ideal, financieramente hablando) es importante tener a la mano tu inventario para así poder completarlo y no perder una oportunidad de venta.
Evita deterioro de productos: Si estás vendiendo un producto que tiene fecha de caducidad (como comida o maquillaje), hay posibilidad de que funcione mal si no se vende a tiempo. La gestión de inventario te ayuda a evitar deterioro y pérdidas de productos innecesarios.
4 técnicas para aprovechar tu inventario
En Tagger te compartimos las siguientes 5 técnicas de administración de inventarios que te ayudarán a mejorar el flujo de efectivo caja de tu negocio. Conoce de que trata cada una e implementa la que creas que se amolda mejor a tu tipo de negocio.
Principio First-In First-Out (FIFO): En este método tus productos con mayor antigüedad (First-in) se venden primero (first-out), no tu nuevo inventario. Esto funciona principalmente para productos con caducidad, sin embargo, para los que no son perecederos también es importante aplicarlo ya que, si los mismos productos se mantienen hasta el fondo de inventario, suelen desgastarse. Además, el diseño del envase y las características a menudo cambian con el tiempo. No querrás terminar con productos obsoletos o con promociones fuera de tiempo.
Auditoría regular: En la mayoría de los casos, los informes de tu almacén se confían a un software especializado, con el objetivo de conocer la cantidad de productos existentes. Sin embargo, es importante asegurarse que los números que arroja el software coinciden en la vida real. Para esto puedes hacer un conteo físico al final del año o usar ciclos, estos se refieren a contabilizar un producto por semana o por mes, con la finalidad de hacer el proceso menos tedioso.
Método ABC: Este método es para categorizar tus productos por nivel de prioridad.
A – Productos de alto valor con baja frecuencia de ventas
B – Productos de valor moderado con una frecuenta de ventas moderada
C – Productos de valor bajo con altas ventas
Los productos de la categoría A requieren atención regular debido a que su impacto financiero es importante, pero las ventas son impredecibles. Los artículos en la categoría B caen en algún lugar en medio. Los artículos en la categoría C requieren menos supervisión, ya que tienen un impacto financiero más pequeño, pero que están en constante rotación.
Planeación de contingencia: Existen muchos problemas relacionados con el manejo de inventario los cuales pueden paralizar a cualquier empresa que no esté preparada. Por ejemplo:
- Tus ventas aumentan inesperadamente y te quedas sin producto en stock
- Encuentras un déficit de flujo de caja y no se puede pagar por el producto que necesitas desesperadamente
- Tu almacén no tiene suficiente espacio para acomodar tus ventas pico y estacionales
- Un error en el cálculo del inventario, que puede significar que tiene menos producto de lo que pensabas
- Un producto de movimiento lento que ocupa todo el espacio de almacenamiento
- Cuando un fabricante se queda sin tu producto y tienes órdenes que cumplir
- El fabricante descontinúa un producto sin previo aviso
Lo recomendable es averigua en dónde están tus riesgos y preparar un plan de contingencia. ¿Cómo vas a reaccionar? ¿Qué medidas vas a tomar para resolver el problema? ¿Cómo afectará esto a tu negocio y cómo puedes evitarlo?