Sabemos que el capital humano en una empresa es lo más importante. Sin embargo, tampoco debemos dejar de lado o restar importancia a los activos fijos del negocio, ya que estos son el apoyo físico que ayudará a tu equipo a lograr los objetivos de la organización.
Si bien el talento humano es el motor de la empresa, los inmuebles y equipo con el que llevan a cabo su trabajo es igual de importante, y son conocidos como los activos fijos de la empresa. A pesar de esto, muchas empresas olvidan el papel que juegan y dejan de lado inventariar su equipo.
Conoce los tipos de activos fijos que puedes encontrar
- Terrenos y bienes naturales. Aquellos terrenos que posea la empresa, ya sean urbanos o no.
- Construcciones. Hace referencia a todo tipo de inmuebles en general y que son propiedad de la organización, como edificios, naves, pisos o locales.
- Instalaciones técnicas. Este concepto hace alusión a todos aquellos elementos que, en conjunto, constituyen una unidad de uso especializada necesaria para la actividad de la empresa. Se trata de montajes en cadena y otro tipo de construcciones similares.
- Maquinaria. Dentro de este apartado se incluyen todas aquellas máquinas, vehículos industriales y herramientas necesarias para la actividad cotidiana.
- Mobiliario. Todas las estanterías, mesas, sillas, mostradores y demás muebles que posee la empresa .
- Equipos para procesos informáticos. Compuesto por ordenadores, impresoras, escáner y demás aparatos electrónicos.
- Elementos de transporte. Dentro de esta categoría se encuentran todos los medios de transporte que formen parte de los bienes de la compañía, como coches, camiones, motos, barcos, etc., utilizados para el transporte de personas, mercancías, materiales o animales.
- Otros. Aquellos bienes que no se puedan incluir dentro de ninguna de las categorías anteriores.
Como sabemos, los inmuebles se van depreciando con el paso del tiempo, otra razón importante para tenerlos inventariados, ya que puedes identificar los activos que se encuentran depreciándose, perdidos y reducir los gastos en caso de ser necesario.
Cuando se trata de la gestión de activos fijos, debes aprender a depender de los procesos y sistemas de control que ahora están disponibles gracias a los avances tecnológicos.